Aquella única review de 4 estrellas sobre sus 2137 le había cabreado, ¡cómo que la carne con la que hacía sus hamburguesas no era fresca? Con ese runrún en la cabeza durante toda la jornada decidió invitar a aquella chica joven y de piel lechosa que pedía una de las última hamburguesas que le quedaban por servir.
A ella le hizo gracia y decidió esperarle al cierre. Se bebieron un par de cervezas, se fumaron un par de cigarrillos y, entre risas, subieron a la caravana que tiraba del vagón que servía de cocina. Con ella encima y él apretando sus tersos muslos se corrieron a la vez.
Al día siguiente volvía haber cola delante del camión. Y mientras sacaba el trozo de carne para pasarlo por la picadora decicidió añadir un poco de colorante para que quedase un poco más atractiva.